martes, 22 de septiembre de 2015

SANT ANIOL D'AGUJA - SADERNES

La excursión que propongo hoy empieza en el pueblo de Sadernes, municipio de Sales de Llierca, en la zona natural de L'alta Garrotxa.

Pocos son los lugares que presentan una diferencia tan marcada entre la tierra baja y la tierra alta como la Alta Garrotxa.
La excursión no ofrece muchas dificultades, salvo los pasos por el agua y la vuelta siguiendo los riscos.
 A menudo el curso del río se cruza saltando piedras, por lo que puede ser especialmente difícil durante o después de lluvias intensas y para lo que hay que estar preparado: mojarse los pies. 

Es imprescindible llevar ropa de montaña adecuada para realizar la ruta dependiendo de la época del año:
  Ropa de abrigo transpirable y cómoda, pantalones y calcetines de montaña, botas de montaña de caña alta para proteger los tobillos (las botas son imprescidibles todo el año ya que la excursión se realiza por caminos de montaña). 
 Para la lluvia: capelina impermeable y funda impermeable para la mochila.
Recomiendo llevarlas todo el año exceptuando los meses de verano en los que si nos mojamos lo agradecemos y en los que no llueve tanto. No hay que olvidar que estamos en alta montaña y el tiempo puede variar en minutos.

Para el sol: gafas de sol, crema solar, protección para los labios y gorra.
Recomendable: bastones telescópicos para andar sobretodo teniendo en cuenta que cruzaremos lugares donde las piedras son resbaladizas. 
  El espacio natural de l’Alta Garrotxa presenta un paisaje abrupto, de estrechos y profundos valles rodeados de altos riscos y paredes de roca.

Cómo llegar:
 
Después de Girona, salimos de la AP-7 dirección Banyoles y Besalú por la C-66.

A partir de Besalú entramos en la A-26 y tomamos la salida 75 dirección Sant Jaume de Llierca y Sadernes. Llegamos a un párquing con un puesto de información, detrás de la capilla Santa Cecilia de Sardernes. 



  Podemos aparcar pasada la masía y el cámping de Sadernes.

  Fuera de temporada de verano, el primer trozo del camino, amplio y cómodo, también es accesible en coche.

En ese tramo encontramos varios aparcamientos hasta un poco antes de llegar al Pont d’en Valentí.



  Empezamos la ruta en la masía-cámping de Sadernes, descendiendo por la pista ancha de tierra y sin desnivel junto a la iglesia de Santa Cecília de Sadernes y de la caseta-punto de información.

 Pronto pasamos junto a un antiguo molino, el Molí d’en Galceran y de un oratorio. Más adelante se llega al puente del Pas dels Aures.

 En frente, a lo lejos, las primeras paredes del congost de Sant Aniol son visibles.

Seguiremos el curso del río Llierca, el valle es la entrada natural a la Alta Garrotxa.



 El río Llierca nace en el Coll de Sant Pau de Segúries en la comarca del Ripollès, recorriendo 29,5 km, hasta unirse al Fluvià en el municipio de Argelaguer.
Una peculiaridad geológica de este río es que poco antes de su desembocadura pierde una gran parte de su caudal, que a través de corrientes subterráneas, llega a desaguar en el Llac de Banyoles.
Hay que ir preparados para cruzar la riera en algunos puntos. Esto nos lo podríamos ahorrar si en lugar de seguir por el camino principal tomáramos unos cientos de metros antes un sendero que cruza el río por un puente. 
 Tendremos que cruzar el rio en un par de ocasiones utilizando un puente o bien saltando de piedra en piedra, cosa que a nosotros nos parece divertida sobretodo si la excursión la realizas con niños y en verano. A ellos les encanta mojarse.
Los senderos se pueden combinar para hacer un bucle y así no repetir ida y vuelta.
 Aunque hay muchos pequeños caminos que nos pueden despistar la ruta tiene muy buena señalización, pues comparte un trozo del popular GR 11 y dispone de buenas y nuevas indicaciones.
Subiendo suavemente, llegamos a un segundo aparcamiento, en medio de los arroyos y junto a una cantera abandonada. A la izquierda se observa la riera de Escales y los riscos de la Manllada y la cueva S’Espasa.
 Más tarde cruzamos el arroyo por el puente de hierro, sin barandillas y llegaremos al tercer aparcamiento, llamado el Hort d’en Roca, donde la pista está cimentada.
 Desde este punto se observa, arriba del risco, la boca de la cueva del Bisbe.
 Finalmente llegamos al desvío del puente de Valentín que conduce al antiguo hostal de Ca la Bruta o de las Moscas. 
Pasaremos por la zona de escalada, bastante popular por sus buenas vías y llegaremos al primer desvío, El pont d'en Valentí.

En este punto dejamos la pista y bajamos al puente de Valentí por un sendero a la izquierda.
 Una señal nos indica el camino de Sant Aniol.

  Cruzando el puente llegamos a la casa de Ca la Bruta.

Cuando topamos con la pared de la casa giramos a la derecha, aquí el camino se bifurca y hay que tomar el de más a la derecha que va paralelo al río.

Siguiéndolo encontramos otra bifurcación.


 El camino que sigue paralelo al río es el de Sant Aniol, que habrá que seguir.

 El otro camino lleva a Talaixà por el Grau Sadidorta, si seguimos de frente, avanzaremos un poco más apartados, pero al final llegaremos al mismo sitio.

 Dejamos atrás el Pont d'en Valentí y la masía derruida de Ca la Bruta, antaño última opción de alojamiento durante las celebraciones en memoria a Sant Aniol. 

El camino que vamos siguiendo cruza una pista en mal estado tras salvar un barranco.

 En este punto  enseguida encontramos una señal.

  Unos escalones de madera nos permitirán ascender por el camino que nos llevan a la pista de la Muntada, que seguiremos hasta encontrar un pequeño aparcamiento que sigue el itinerario.

  Pasados unos metros pasamos por el lado de la fuente del Bassal y, más tarde, encontramos un cruce de caminos donde hay un letrero que nos indica que hay que bajar para ir a buscar el camino de Sant Aniol.

 Aquí dejamos la pista forestal y seguimos por el sendero que cruza y bordea el arroyo hasta llegar a la esclusa del Gomarell.

El camino se va estrechando, repleto de vegetación y deberemos cruzar la riera en numerosas ocasiones hasta que lleguemos a la presa del Gomarell.

 A partir de aquí la senda se vuelve más pedregosa y accidentada, es también dónde la riera invita más al baño.

 En el Gomarell está prohibido el baño, pero un poco más arriba encontraremos los estrechos del Goleró un pequeño remanso idílico de agua cristalina repleto de peces.






El antiguo monasterio de Sant Aniol de Aguja fue fundado en 859 por un grupo de monjes benedictinos procedentes de Santa María de Arles, en el Vallespir.

Hacia el 1003 la comunidad monástica se trasladó a San Lorenzo del Monte, pasando Sant Aniol a ser una simple parroquia dependiente del nuevo monasterio.

  Se trata de un edificio románico del siglo XI, declarado bien cultural de interés nacional en 1983. Es un templo de reducidas dimensiones, de una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón de poca altura. 

  Tiene un ábside semicircular, decorado con lesenas y arcos ciegos típicos del románico lombardo. El tejado es a dos aguas.
 Hasta 1936 tenía un anexo tardío delante, con cubierta de envigado de madera, que se hundió
 Este espacio forma ahora un pequeño patio, al que se accede por una escalera de piedra.

  El lugar está repleto de pequeños rincones, como el antiguo cementerio y conserva el misterio de los sitios abandonados, pese a que son muchos los senderistas que pasan por aquí.
Abandonada y en ruinas encontramos también Can Sastre, la antigua rectoría y refugio.
Una explanada y la fuente de Sant Aniol a mano izquierda, la única fuente del camino, cierran este espacio.

 Vamos ahora con una leyenda para contar mientras tomamos un refrigerio en el alto del camino:
Cuenta la leyenda que sant Aniol llegó a este remoto valle huyendo de Las Galias, perseguido por el emperador romano de turno, allá por el siglo III.

Vivió apartado de todo, dedicado a la oración y a la penitencia, hasta que una revelación le hizo volver a su casa.

   Allí fue capturado, torturado y finalmente asesinado.

 Cada año, por la Pascua Granada, se reúnen en esta ermita peregrinos franceses y catalanes, para honrar la memoria del santo.


Seguimos un camino bien marcado que va subiendo por la orilla izquierda hasta la garganta del Citró.

Cruzamos el arroyo que, poco más adelante, tendremos que volver a cruzar siempre por pasarelas y seguir de nuevo por la orilla izquierda hasta un cruce de caminos.

Aquí tomamos el GR 11 que sube a la izquierda hacia el molino de Sant Aniol.


A 10 minutos nos espera la pequeña ermita de Sant Aniol y una gran masía abandonada, que se ha convertido en sede de todas las celebraciones en Pascua Granada.

 Siguiendo este camino, tras cruzar la pasarela del torrente de Clarioles, llegamos a la ermita de Sant Aniol.


 Ahora que hemos repuesto fuerzas, podemos reanudar la excursión.

 Desde aquí, a la derecha de la fuente, parte el camino podemos ir hasta el Salt del Brull, antes pero encontraremos el Gorg Blau.

 El Gorg Blau, alimentado por una ancha cascada es el mejor sitio de baño de toda la riera.


Es un lugar idílico en el que podemos relajarnos escuchando la melodía del agua en su suave y alegre camino, observar algún pajarito que anida protejido por pequeñisimas cascadas que desbordan por doquier...

 O simplemente, cerrar los ojos y escuchar. El lugar es precioso y vale la pena dedicarle unos minutos.


Después podemos proseguir nuestra excursión, llegados a esta parte del camino, este se torna un poco más dificil si llevamos niños pequeños o personas poco habituadas a la montaña.

Esta es una consideración importante a tener en cuenta para evitarnos situaciones que podrían entrañar algún peligro.


Vamos remontando el río, por su borde y en algunos tramos por dentro del propio río.

Por último llegamos, tenemos el SALT DEL BRULL ante nosotros.

 Todo un espectáculo de la naturaleza.




El camino de vuelta nos permite vislumbrar el valle de Sant Aniol desde arriba.

Tomaremos el camino que nace detrás de la fuente, señalizado con las marcas rojas y blancas propias de los senderos de Gran Recorrido (GR 11), estas marcas nos acompañarán hasta el desvío de la Muntada.


 Al comenzar atravesamos el torrente del Bac de Can Barrufa, más adelante, pasamos a la derecha de la ruina de Ca l’Abat.

 Después de atravesar una portalera de madera iniciaremos una fuerte ascensión hasta el portillo de la Guilla y pronto tendremos una perfecta visión de la cabecera del valle de Sant Aniol.


Llegamos a dos miradores del valle:

 El Salt del Vicari, después, el espléndido Salt de la Núvia.


 Un poco más adelante encontraremos la bifurcación hacia la Muntada y la tomaremos, dejando el camino principal que lleva a Talaixà.

 Este sendero baja fuertemente en zigzag hasta la reanudación del Gomarell.

 Cruzamos la reanudación y volvemos por el mismo camino de ida.

 Así regresamos al punto de partida, espero que hayais disfrutado tanto como nosotros de esta excursión.

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