Hoy vamos de safari. Para ello no hace falta ir a África, podemos quedarnos un poco más cerca, nos dirigimos a Sigéan.
La Réserve Africaine de Sigean se encuentra a 15 km al sur de la ciudad de Narbonne y a 6 km al norte del pueblo de Sigean.
Para llegar tomaremos la AP7 dirección Francia, una vez pasada la frontera continuar por la AP9 dirección Perpinyà/Montpellier.
Salimos de la autopista en la salida n° 39, Sigean y tomamos la carretera a mano derecha en dirección del pueblo de Sigean.
En la rotonda tomar la tercera salida y en pocos metros, a nuestra derecha veremos un cruce con carteles amarillos que tomaremos y seguimos todo recto hasta salir a la "route départementale".
Proseguir recto en dirección de Narbonne, a los pocos minutos llegaremos a una rotonda donde encontraremos una parada de fruta.
Tomar la primera salida de la rotonda y continuar todo recto por esta carretera secundaria.
A escasos metros veremos los carteles que indican la llegada al parque y un poco más alla la zona de aparcamientos.
Precios
ADULTOS 32 €
NIÑOS (de 4 a 14 años) 23 €
DISCAPACITADOS 13,50 €
Existe un recorrido adaptado a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas cuyo plano podemos descargar en la web o solicitar en las taquillas de entrada.
Aquí dejo el enlace para ampliar información referente a la visita.
http://zoo.sigean.pagesperso-orange.fr/index.es.htm
Sigean es una comuna del sur de Francia en el departamento de Aude, en Languedoc-Roussillon.
Este espacio natural, que se encuentra en un antiguo Golfo abierto al Mediterráneo, ocupa ahora una superficie de 5.500 hectáreas, con un lago que se comunica con el mar por el grau de Port-la-Nouvelle.
El pueblo de Sigean bordea los Corbières al oeste, el Mar Mediterráneo al este y el lago del mismo nombre, el Bages y Sigean.
Conozcamos brevemente la historia del pueblo de Sigean:
El lugar ha sido habitado desde la antigüedad: el territorio de la comuna es el oppidum de Pech
Maho, que fue destruido en el siglo III antes de Cristo.
Según descubrimiento, en una tablilla de plomo de la quinta Empúries, según dice la historiadora María José Peña, el nombre del lugar Σαιγάνθη, sería la transcripción griega jónica del nombre ibérico de Pech Maho.
Este nombre fue cambiado luego a dar el nombre de Sigean.
Construido sobre una colina de piedra caliza con forma triangular a una altitud de 29 metros y una superficie de 2 hectáreas.
El oppidum de Pech Maho dominaba, al norte, la orilla de la Berre, cerca del estanque Sigean, al este se encuentra la necrópolis, situada en un lugar llamado Las Peirros.
En la Antigüedad, el puerto fluvial de Narbona se situaba cerca del actual estanque de Bages-Sigean.
Por aquel entonces se lo denominaba Lacus Rubresus debido a sus aluviones teñidos por las tierras rojas del alto valle del Aude.
El estanque era un golfo abierto, donde los barcos de todo el Mediterráneo fondeaban en sus aguas calmas debido a que el golfo se hallaba protegido por un archipiélago formado por las islas Saint-Martin y Sainte-Lucie, que hoy día pertenecen al Conservatorio del litoral, y de la Clape, unida hoy al continente.
En el siglo XV, el golfo se transformó en estanque, ocupando hoy una superficie de 5.500 hectáreas que comunica con el mar por el canal de Port-la-Nouvelle.
Tras largos siglos de un comercio marítimo floreciente, el estanque recibe ahora a profesionales que pescan de forma tradicional a bordo de bétous, barcas de fondo plano.
También tiene lugar en él la navegación de recreo a bordo de barcas catalanas y los profesionales del deporte náutico proponen actividades o formaciones a lo largo de todo el año.
El estanque de Bages-Sigean hoy en día, es un estanque lagunero de hábitat protohistórico, situado a orillas del mar Mediterráneo, es el reino de pájaros y flamencos con una extensión de una hectárea.
La isla de Aute pertenece al conservatorio del litoral, siendo la ciudad de Sigean quien se ocupa de su gestión, esta isla alberga una flor rara, el heliotropo Curacao.
Estos lugares, que ofrecen magníficos paisajes naturales y que encierran una fauna y flora excepcionales, dieron origen a la creación del Parque Natural Regional de la Narbonense en el Mediterráneo, un medio natural protegido caracterizado por una gran riqueza faunística.
La misión interministerial de la región Lenguadoc-Rosellón RACINE, llamada así en honor a su presidente, fue la encargada de la ordenación del litoral.
En los años setenta, a 15 km al Sur de la ciudad de Narbona, junto a los estanques de Bages-Sigean, en la desembocadura del río la Berre y alrededor de una zona de antiguas salinas convertidas en un vasto estanque llamado Œil de Ca.
En él existían zonas de garriga separadas las unas de las otras por algunos viñedos, que representaban un conjuto natural no urbanizado, rico en lo que se refiere a fauna y flora, que se intentaba preservar.
La voluntad de conservar y de proteger el medio natural figuraba en los planos establecidos por Daniel de Monfreid, para la realización de un parque de animales único por su tamaño, original en cuanto a sus protocolos de cría extensiva.
Dicho parque se hallaba bien integrado en el medio natural y era capaz de contribuir a la protección de los animales, desarrollando al mismo tiempo una actividad de conservación de las especies esencialmente africanas.
RACINE otorgó su autorización a la iniciativa de Paul de La Panouse y de Daniel de Monfreid y la Réserve Africaine de Sigean abrió sus puertas al público el 8 de abril del 1974.
Una gran zona periférica se extiende hasta los estanques de Bages-Sigean para asegurar la protección biológica de las especies.
Esta concepción innovadora de conservación de la fauna y de un medio "natural" por parte de un parque de animales es única.
A lo largo de los años, la reserva de Sigean no ha cesado de crecer y sus rebaños comportan cada vez más especies que gozan de programas europeos de crianza (EEP).
Por desgracia y por su situación junto al mar, en un par de ocasiones estos rebaños se ha visto gravemente diezmados debido a las inundaciones.
Muchos otros pájaros pertenecientes a la fauna local, frecuentan el Parque o se han sedentarizado a él, así encontramos pájaros que se encuentran a orillas del mar como las Gaviotas o los Charranes.
También pájaros que se encuentran a orillas de estanque o de riera y que vienen a nidificar al parque como los Azulones, los Tarros, las Fochas, las Gallinetas comunes, las Cigüeñuelas comunes, los Martinetes comunes, los Martín pescadores, los Abejarucos comunes… para sólo citar algunos.
Ciertas especies protegidas tienen una zona de repartición que va más allá del continente africano, como es el caso de los pájaros migradores.
Los Pájaros son los primeros beneficiarios de esta protección, ya que, por su situación geográfica cercana del litoral mediterráneo, la Réserve Africaine se encuentra en el eje de la travesía de numerosos pájaros migradores.
Éstos pájaros migradores que costean el litoral para contornear los Pirineos, llegar hasta España o África para el período invernal y volver tan pronto como haga buen tiempo en su lugar de origen, no dudan en hacer una parada sobre los estanques bien protegidos de la reserva.
Así nos encontramos con: Cormoranes, Porrones europeos y moñudos, Patos colorados…
También vemos a grandes zancudos tales como: Garcetas comunes, Garzas reales, Grullas comunes, Flamencos comunes, Cigüeñas negras, Cigüeñas blancas...
Estas últimas llegan a decenas durante los períodos de la migración y algunas de ellas, sedentarizadas, nidifican hoy día en el Parque.
Otras especies, como los Osos del Tibet, aunque no son africanas, les han sido confiadas por razones de preservación y conservación de dicha especie en peligro.
La única restricción para asegurar el logro de estas crías es el de escoger especies capaces de adaptarse al clima de la región caracterizado por veranos soleados e inviernos generalmente poco rigurosos.
Hoy día la Réserve Africaine de Sigean cría cerca de 900 Mamíferos, 600 Reptiles y 2000 Pájaros.
Evidentemente estas cifras sólo son relativas ya que es imposible realizar un inventario permanente de las especies que viven en libertad.
La visita de la Réserve Africaine de Sigean se hace primero en coche durante más o menos 1 hora y luego a pie durante unas 2h30.
Como mínimo se necesitarán entre tres y cuatro horas para realizar la totalidad de la visita, entonces mejor venir por la mañana, traernos un picnic y pasar el día entero.
En ella encontraremos diferentes tipos de animales rumiantes como cebras, rinocerontes... así como los osos tibetanos o los leones que cruzan los caminos con total tranquilidad.
El recorrido se encuentra perfectamente señalizado.
El espacio a recorrer es enorme, con zonas habilitadas para picnic en las que hallaremos mesas y bares en los que poder comer o tomar un refresco.
Una vez terminado nuestro safari tenemos a nuestra disposición una tienda bien surtida de recuerdos.
Bien, hasta aquí nuestro recorrido por la sabana africana y las lagunas, espero que el viaje hos haya gustado tanto como a nosotros.
Nos vemos en el próximo post.
