martes, 30 de diciembre de 2014

VILAFRANCA DE CONFLENT





 En el corazón de los pirineos y al pié del Canigó encontramos una pequeña ciudad medieval, y lo de pequeña lo entenderemos enseguida ya que tiene dos calles principales unidas por pequeñas callejuelas y plazas.

Esta ciudad se halla dentro del denominado parque natural regional de los Pirineos Catalanes que comprende 138.000 hectáreas entre los territorios de la Cerdanya, el Capcir y el Haut-Conflent.

 El Parque Natural regional de los Pirineos Catalanes se puede cruzar de lado a lado en un trenecito llamado Train Jaune, o tren amarillo y que comenzó a funcionar a partir de 1910 con un trazado de 62 km comprendidos entre Vilafranca de Conflent y La Tour de Carol.

http://www.pyrenees-cerdagne.com/fr/le-train-jaune


Aquí dejo el enlace para más información sobre el tren llamado también cariñosamente El Canari .



Dentro del parque podemos encontrar, al margen de su belleza natural, 12 estaciones de esquí y dos estaciones termales.

Pero regresemos al pueblo, este fue fundado en el siglo XI y posteriormente fortificado en el siglo XVII.




 Un poco de historia:

A finales del siglo XI, el conde Guillermo Ramón I de Cerdanya, decidió construir una población en el lugar de confluencia de los tres ríos a saber: el Tet, el Rotja y el Cady , todo ello a razón de protegerse de las invasiones y desplazar el centro del Conflent que en aquella época se encontraba en Cornellà de Conflent concediendo a la nueva villa el título de villa franca  es decir libre de impuestos.
Esto hizo  que muchos comerciantes se animaran a instalarse en ella, lo que contribuyó enormemente a su crecimiento y que hizo que posteriormente fuese autorizada para realizar un mercado semanal, único en todo el Conflent.
Por su ubicación era muy importante para la defensa del norte de Catalunya.




Durante la guerra del año 1654 llamada Guerra dels Segadors, el ejército francés, logró hacerse con la villa que ya no abandonó jamás en virtud del Tratado de los Pirineos.

Debido a la necesidad de la reconstrucción del sistema defensivo, los franceses  lo modernizaron haciendo de la villa una gran fortaleza en villa fortificada con un baluarte en cada ángulo.

En la defensa también encontramos la Cova Bastera, se trata de una caverna natural de 200 m. y un bastión muy importante construido en la montaña de Bell-lloc llamado Fort Libèria.

Es en el siglo XIX que por necesidades estratégicas, Napoleó III unió el pueblo de Vilafranca con el fuerte por un camino subterráneo conocido vulgarmente como el de los mil escalones aunque en realidad tiene uno pocos menos,aunque no muchos je, je.





 Después de su anexión a Francia, empezó un declive en la ciudad, la industria textil, la artesanal... tan importantes hasta entonces, desaparecieron ya que toda la economía se vio limitada a la dependencia de la guarnición y poco a poco, la capitalidad se fue con la industria pasando ese título de capital a Prada.

Al inicio de la Revolución Francesa el municipio tomó el nombre de Commune-Franche y en 1793, durante la Guerra Grande, las tropas españolas conquistaron y consiguieron mantenerse en la ciudad durante varias semanas.

El fuerte fue abandonado por el ejército francés en 1919.










Entre las curiosidades que podemos encontrar, al margen de sus tiendas repletas de artesanías de todo tipo, hay una peculiaridad a destacar y es la del Café Le Canigou, se trata de un café restaurante con la particularidad de que su decoración esta dirigida al mundo de los bomberos, en él podremos encontrar diferentes fotografías y objetos referentes a dicho cuerpo.




Y  ahora nos vamos a visitar el fuerte.

Junto al baluarte de la carnicería y el puente de San Pedro con un pequeño cartel indicativo,  remarco lo de pequeño ya que si no prestamos atención posiblemente no lo veamos, encontraremos un camino que cruza las vías del tren y se remonta hasta el Fort Libèria.

Entre el camino y el subterráneo de las famosas escaleras, encontraremos a una persona a la cual compraremos las entradas para la visita.

Recomiendo tomar el camino para la subida y luego bajar por las escaleras, dos son los motivos para tal recomendación, una, la subida está pensada para jabatos, se trata de una escalera de casi 800 escalones y dos la vista desde arriba de dicha escalera es poco menos que formidable, al margen de esto, un delicioso paseo por el camino de montaña nos hace llegar relajados y no tan cansados para emprender la visita del fuerte repleto de escaleras, rincones por descubrir o jugar.



Dos largas calles forman todo el trazado urbano de Vilafranca, una la calle de San Juan que termina en la puerta de España, y otra la calle de San Jaime que finaliza en la puerta de Francia.

Estas calles tienen sus pasadizos y callejuelas , así como alguna plaza.




El nombre actual de la fortaleza evoca el del pueblo conocido como Vila Libera o ciudad libre haciendo referencia a que se encontraba libre de impuestos, en sus orígenes Vauban, que fuere Comisario de fortificaciones le puso el nombre de Castillo de Vilafranca siendo él quien dibujó los planos procediendo él mismo a su aprobación.

En el año 1681, la fortaleza albergaba un centenar de soldados.

La construcción se extiende sobre tres niveles compartimentados con una caserna independiente cada uno y fue adaptada a la orografía del terreno.








 En el primer nivel encontramos un camino de ronda con barandillas de hierro forjado catalán, cuyo mineral, fácil de trabajar y con poca propensión a la oxidación, se extraía de la montaña del Canigó y era trabajado en las forjas catalanas.




Para la construcción de la muralla se utilizó la piedra rica en mármol rosa propia del macizo calcáreo del Bell-lloc, lugar en el que se asienta el fuerte.

La parte alta de la muralla está hecha con ladrillos con la idea de que estos al ser más blandos impidieran a las balas enemigas rebotar y herir a los soldados que se encontraban en las aspilleras.

Los ángulos muertos fueron limitados construyendo en cada extremo de la fortificación unas torretas de vigilancia que sobresalían de la fortaleza y así poder vigilar fácilmente los valles de Prada, Vernet, Cerdanya y la ciudad de Vilafranca.











El acceso al segundo nivel se realiza únicamente a través de dos puertas que atraviesan una muralla interior con aspilleras y bocas de cañón y que revierten sobre el primer nivel, de esta manera, en caso de invasión del primer nivel, los soldados podían defenderlo y contraatacar.




Para realizar la visita, dispondremos de un itinerario perfectamente estructurado y marcado con explicaciones que nos habrán dejado en el idioma elegido a la entrada al fuerte.

Dicho itinerario nos lleva, por el camino de ronda, al tercer nivel donde se encuentra la caserna de los suboficiales.

 En este tercer nivel y en dicha caserna  encontramos un horno de pan donde se podía cocinar 1800 raciones de pan a diario, para el almacenaje de la harina había un espacio subterráneo bajo la capilla en el que podía albergar hasta 300 barriles.




Para defenderse de los posibles ataques de la artillería enemiga situada en la montaña de detrás del fuerte, Vauban diseñó la parte superior del fuerte un sistema de doble defensa dando a esa parte una forma puntiaguda como la proa de un barco con la idea de hacer que las balas de cañón rebotaran.







Nos encontramos frente a un sistema defensivo reforzado por una galería excavada en la contraescarpa en el plano que se encuentra más próximo al foso.

Por sus túneles se podia llegar a diferentes puntos de la fortaleza y en ellos se encontraban los polvorines.




En el subterráneo del tercer nivel descendemos hasta donde se encuentra la prisión.



Las vistas desde lo alto del fuerte son fantásticas.












Bajo la caserna encontramos la prisión de las Damas donde estuvieron encerradas entre otras la Marquesa de Brinvilliers, castigada por haber envenenado a su familia, La Voisin, castigada por proveer de venenos y prácticas de magia negra.

A la sazón se abrió un tribunal excepcional para descubrir quién eran los clientes de La Voisin pero las personas detenidas en sus interrogatorios acusaron a la favorita del Rey, Madame de Montespan y este mandó cerrar el tribunal y mandar a las detenidas sin juicio previo lo más lejos posible de la corte y así evitar el escándalo.

Louvois, ministro de la guerra dio ordenes severísimas frente al aviso de que habían calumniado a damas de la corte: debían ser cuidadas por alguien de confianza y encadenadas a la pared.

Para evitar cualquier contacto con el exterior se edificó una pared frente a la ventana que sólo dejaba entrar un mínimo de luz y ventilación y si se atrevían a hablar de los motivos de su encarcelamiento debían recibir una paliza.

Desgraciadamente para ellas, por las durísimas circunstancias que rodearon sus últimos años, dos de estas presas sobrevivieron mucho tiempo: La Guedon vivió en cautividad 33 años y La Chapelain 44 años.



En el siglo XIX, bajo el mandato de Napoleón III, se modernizó el fuerte añadiendole tres bastiones con casamatas con un cañón en cada uno de ellos dirigido hacia abajo.

En esa misma época se construye un pasadizo entre el pueblo y el fuerte dotado de una batería conectando todos estos dispositivos por una escalera subterránea.

Esta escalera de 734 escalones de marmol rosa y exavada en forma de vuelta de piedra tallada desciende con un desnivel de 180 metros hasta la ciudad, tratándose del pasadizo subterráneo más largo de Europa.


 
 



Y por último, para los amantes de las cuevas, podemos visitar las de Les Grandes Canalettes , se trata de unas cuevas situadas en la carretera que sube hacia el Canigó y no muy lejos de la población con aparcamientos y servicios.














Espero que hayáis disfrutado la excursión, desde Vilafranca de Conflent podemos continuar descubriendo lugares hermosos tales como Montlluís, pero de ellos hablaremos en otra ocasión.

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