lunes, 19 de octubre de 2015

CHARTRES







 Continuemos nuestro viaje, esta vez nos lleva a Chartes, ciudad ubicada a 90 kilómetros al suroeste de París.

 Para ello salimos de Le Mans siguiendo por la carretera A 11,  tomaremos la salida 3, seguiremos por  N10 en Mignières hacia Chartes.

La ciudad de Chartres es famosa por tener una de las catedrales más bonitas y grandes de Europa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.


Se trata de una ciudad encantadora con un precioso casco antiguo.


En torno al río Eure está la ciudad baja, donde aún el nombre de las calles recuerda las antiguas actividades artesanales.

 Desde la ribera hasta la zona de la catedral se desarrolla un entramado de callejuelas donde se encuentran antiguas edificaciones, alguna originaria del siglo XII.


 Se han reconstruido viejos molinos y lavaderos. Desde la orilla del río se tienen hermosas vistas de la ciudad.

La zona inferior se une a la parte superior por calles inclinadas, rampas y escaleras: les tertres.




La Catedral de Notrê-Dame de Chartres es sin duda un conjunto extraño en el que se mezclan vigorosamente formas góticas y románicas, siendo la joya de la ciudad.

 Construida en estilo gótico, influyó en numerosas construcciones posteriores.

  Se trata sin duda una obra maestra, no sólo del gótico, sino también de la arquitectura religiosa de todos los tiempos.





Precios para su visita:

Tarifa plena: € 7.50
Reducida: 6 € (18 a 25 años no residentes de la Unión Europea)
Tasa Grupo: 6 (grupos de adultos a partir de 20 personas, grupo dirigido por un profesional del turismo)




 Gratis:
 
Persona con discapacidad y su acompañante.

 
Menores de 18 años (con exclusión de los grupos escolares y familiares)

De 18-25 años (nacionales residentes de los 27 países de la Unión Europea y no europeos que residan regularmente en el territorio francés)

Primero domingo del mes de enero a mayo y de noviembre a diciembre

 
Parados y demandantes de empleo, previa presentación de un certificado de menos de 6 meses, los beneficiarios del RMI, RSA.

Periodistas.





Horarios que estan sujetos a modificaciones y son los siguientes:

Abierto todos los dias excepto el domingo mañana.
2 de mayo al 3 de septiembre 9.30 h a 12.30 h y 14 h a 18 h
4 de septiembre al 30 de abril 9.30 h a 12.30 h y 14 h a 17 h

El último acceso se realizará 30 min antes del cierre

Cerrado:
 1 de enero, 1 de mayo, 1 y 11 de noviembre, 25 de diciembre.




 Vayamos ahora a conocer un poco más esta maravilla.

Se cree que en el lugar donde se emplaza la catedral ya hubo un lugar de culto, en tiempo de los druidas, cuando la zona era un centro religioso para la tribu celta de los carnutes.




La primera iglesia se construyó en el año 360. Fue destruida en un incendio a consecuencia del saqueo llevado a cabo por los visigodos, alrededor del año 750.




Se construyó otra catedral en el año 858 que volvería a ser destruida en el año 962 y de la cual queda una capilla en la actual cripta.


Se dice que la anterior iglesia albergo la túnica de la Virgen María, “la Sancta Camisia” y que fue cedida por el emperador Carlomagno en el año 876. Dicha túnica la había recibido como regalo durante su visita a Jerusalén.




Chartres se convierte así en un centro de culto mariano. Se reconstruyó la catedral y en el año 1020 volvió a sufrir un incendio.

El edificio románico, construido de nuevo a partir de 1134 tenía una notable belleza pero tuvo problemas la cimentación.


 Originariamente las torres estaban más avanzadas que la triple portada, pero los problema de los cimientos obligaron a desmontarla piedra a piedra y reedificarla unos metros más adelante, a la altura de las torres.


Por ese motivo toda esa fachada tiene cierta imagen plana.

Poco después de terminada la obra, el edificio ardió de nuevo.


El obispo Godofredo de Lèves comenzó las nuevas obras sobre la catedral edificada por Fulberto.

 El pueblo creía que se había quemado la reliquia de la Sancta Camisia. Una vez extinguido el incendio, se encontró sana y salva en la tesorería.


 Inmediatamente esto renovó las fuerzas de aquellas gentes para reedificar el templo en treinta años.

La historia se extendió como la pólvora y la reconstrucción se financió con la ayuda de donaciones procedentes de toda Francia.




 En 1194 comenzaron las obras con los planos del primer arquitecto con el fin de preservar el aspecto armonioso de la catedral, aunque no se concluyó la construcción con el proyecto del arquitecto original. 

Los trabajos comenzaron en primer lugar en la nave y 1220 la estructura principal se completó con la antigua cripta. También se construyeron las torres de la fachada principal.

De esta manera, se pueden distinguir partes de distintas épocas.




 En la cripta se puede apreciar un muro galoromano; la cripta en su totalidad es románica, en la fachada sur es en gran parte románica y el resto gótico.
 
En la fachada se distingue perfectamente esta transición.


La Portada Real, con sus magníficas esculturas, es románica, igual que la torre más al sur, de 103 metros de altura. El rosetón es del siglo XIII y en la torre de la izquierda hay obras de distinta época, aunque el remate final  -de gótico florido- corresponde al siglo XVI.


La torre más al norte alcanza 112 metros.
 
El 24 de octubre de 1260, la catedral fue consagrada ante la visita del Rey Louis IX (el santo) y su familia.

 Una curiosidad es que en esta catedral conviven los tres estamentos sociales.

 Para los eclesiásticos se reserva el Coro o la nave central, para los nobles, las fastuosas capillas del ábside y para el pueblo llano, las naves laterales o la girola.




Durante la Revolución Francesa no sufrió ningún daño, cosa bastante extraña por la virulencia de la época.

El 4 de Junio de 1836 un incendio destruyó las cerchas de la techumbre de castaño danés.

El arquitecto Edouard Baron sustituyó la madera por una estructura de hierro fundido cubierta por láminas de cobre, imitando la técnica usada en la catedral de Maguncia (Alemania).



  Aunque la han ido restaurando siempre se ha mantenido la estructura original, por lo que el edificio actual tiene un estado de conservación muy superior a otros monumentos del país.

Se organiza en tres naves, algo muy novedoso para su época.



El interior, de tres naves, con magnifico y amplísimo crucero, tiene unas notabilísimas vidrieras, gran parte de ellas de los siglos XII y XIII. Destaca la gama de los azules.




El alzado tiene tres pisos:

 El primero de arquerías de los formeros con arco apuntado, el segundo con un triforio, que sustituye a la tribuna y el tercero con una serie de grandes ventanales organizados en dos lancetas, sobre las que aparece un amplio rosetón, cobijado todo ello por un arco apuntado mayor característico del s. XIII, el clarestorio.

Estos tres pisos del alzado son de gran altura, con lo que entra mucha luz, tamizada siempre por los colores de las vidrieras.




Tiene un total de seis portales esculpidos del s. XIII, tres en cada extremo del crucero.

  En el lado oeste nos encontramos con la fachada principal. Ésta es el resultado de varias intervenciones a lo largo de los años.

El Pórtico Real data de la década de 1140, tiene forma de embudo, también novedoso para la época, y está decorado con esculturas de reyes y personajes del Antiguo Testamento.



El pórtico izquierdo está dedicado a la ascensión de Cristo mientras que el pórtico derecho se centra en la Virgen María.

En los capiteles se pueden ver escenas de la Pasión, de la entrada a Jerusalén, la Última Cena, Sepultura y del Duelo de las mujeres.

El rosetón representa a Cristo en el Juicio Final rodeado de los evangelistas y ángeles.




 El pórtico de la  fachada norte muestra la coronación de la Virgen como reina de los Cielos,
dicho pórtico cuenta con unas 700 esculturas.

En la fachada sur, el pórtico se centra en el Juicio Final; el pórtico izquierdo está dedicado a los mártires de la Iglesia y el derecho es conocido como Portal de los Confesores.




Vayamos ahora con las torres, como veis, esta catedral tiene mucho que contarnos...

La torre norte que había sido destruida en el incendio y el rosetón se añadieron en 1513.

La torre sur que no había sufrido daños, es de estilo románico.

 La nueva torre, de estilo gótico, le dio esa asimetría característica.




Nos vamos ahora al interior:

En el interior de la iglesia, destacaremos la cripta, que es la más grande de Francia.

 Pueden apreciarse en ella restos de antiguas construcciones, conserva frescos del s. XII y se exhiben en ella otras piezas.


En la nave central, sobre el pavimento se encuentra el laberinto trazado en 1205, son unas baldosas blancas y negras que conducen al centro.

Este tipo de senderos representaba una peregrinación simbólica que la gente realizaba a pie o de rodillas.


Las vidrieras forman parte de una de las colecciones más importantes de Europa, las tres más importantes son anteriores al s. XIII, sobrevivieron al incendio y están bajo el rosetón de la entrada oeste.

En total son 172 vitrales y se han hecho famosas con el nombre “azul de Chartres”, por la intensidad de sus tonos azules.




En el ábside de la catedral se ubica el antiguo palacio de los obispos y en él encontramos el Museo de Bellas Artes de Chartres.

 El conjunto de edificios que lo componen datan de los siglos XV al XIX, siendo tres los obispos que los construyeron y modificaron desde 1620.

En el antiguo palacio se coronó a Enrique IV el 27 de febrero de 1594.




 A principios del s. XX, siguiendo la ley sobre la separación de la Iglesia y el Estado, el palacio episcopal juntamente con el jardín, pasó a manos del departamento de Eure et Loir.

 Dicho palacio fué clasificado como Monumento Histórico a partir de 1906.

En 1939 se instala en él el museo.


Bien, la visita ha valido la pena, nos despedimos de Chatres con ganas de regresar en un futuro no muy lejano y continuar descubrirndo sus secretos. Hasta la próxima.

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