Desde La Antigua se puede contratar esta preciosa excursión. Para ello nos dirigimos a los múltiples establecimientos que se dedican a ofertar estos servicios, nos vamos al volcán Pacaya.
El volcán Pacaya es un volcán activo que está en constante actividad eruptiva, pero que podremos subir con relativa facilidad, teniendo en cuenta que su altura es de 2500m.
Se encuentra localizado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla.
Se trata de un estratovolcán caracterizado con niveles o estratificaciones de lava, ceniza y otros materiales volcánicos. La lava es generalmente viscosa, un factor que contribuye a explosiones fuertes de tipo estromboliano y a su forma cónica e inclinada.
El área sur de
Guatemala tiene una historia de larga actividad volcánica. Fuertes
erupciones en la era cuaternaria rellenaron el área donde actualmente
se asienta la Ciudad de Guatemala.
El primer centro de esta actividad
fue el Lago de Amatitlán, una caldera volcánica, donde aún hoy se puede
observar la actividad volcánica con emanaciones de gases y aguas
termales desde el cañón
de Palín hacia toda la meseta de la ciudad de Amatitlán.
Las excursiones son con guia y en grupo, aunque también la podemos realizar por libre previa solicitud.
Pese a ello recomiendo realizarla en grupo y en el turno de la mañana ya que normalmente se puede escoger mañana o tarde.
Nosotros la hicimos por la tarde pero la mala fortuna fue que en nuestro grupo un excursionista no tomó en cuenta las precauciones lógicas, ya que la lava recientemente enfriada es frágil como el cristal y como tal, corta.
El excursionista en cuestión quiso saltar y el resultado fue que mientras le atendían todo el grupo tuvimos que esperar, con lo que el regreso se hizo entre la niebla, de noche y con solo dos linternas.
Por ese motivo mejor por la mañana. Eso si, la experiencia de subir al volcán fue fantástica.
Para las personas que lo desean hay un servicio de bastón de alquiler, muy recomendable para ayudarse en la subida y de caballos para no caminar. Te acompañan todo el camino pudiendo solicitar sus servicios en cualquier momento de la ascensión.
Más que un volcán, el Pacaya, se trata más bien un complejo volcánico que está situado al sur del lago de Amatitlán y poco a poco va extendiéndose hacia el sur.
Según los vulcanólogos el cráter abierto hacia el
occidente, empezó a formarse hace más de 2000 años y en sus extremos
empezó a formarse el cerro Chino en un lado y en el otro el volcán de
Pacaya.
Cuenta también con un conducto secundario que se llama Pico Mackenney; además de este foco eruptivo, hay varios conos volcánicos en el Parque Nacional Volcán de Pacaya:
Cerro Grande, Cerro Chiquito, Cerro Chino y Cerro Hoja de Queso.
Aunado al Volcán de Fuego, el Volcán de Pacaya es uno de los más activos que registra la Historia de Guatemala, ya que en 1524, en la época de la Conquista, se tenían ya referencias de constantes erupciones.
De esta época se tienen crónicas, pinturas y grabados que datan del año
1565 como testimonio de la primera erupción; sin embargo, el relato de
la erupción de 1775 es aún más importante y se encuentra documentada en
el Archivo de Indias en Sevilla, España.
Sin
embargo, entre los años 1880 y 1961, el volcán estuvo en silencio con
solo actividad fumarólica.
Durante este tiempo, árboles crecieron alrededor del cono y los
pobladores de las comunidades vecinas empezaron a pastorear sus vacas y otros
animales hasta el cráter del volcán.
Años más tarde se presenta la actividad en el área de Pacaya con el Cerro Hoja de
Queso y la Laguna de Calderas.
También una caldera volcánica, donde se observan fumarolas y actividad volcánica constante en los cerros que son las paredes del antiguo volcán entre la Aldea San Francisco de Sales jurisdicción de San Vicente Pacaya y La Laguna de Calderas en Amatitlán.
También una caldera volcánica, donde se observan fumarolas y actividad volcánica constante en los cerros que son las paredes del antiguo volcán entre la Aldea San Francisco de Sales jurisdicción de San Vicente Pacaya y La Laguna de Calderas en Amatitlán.
En 1961, el Volcán de Pacaya dio
una sorpresa y se despertó
con una erupción que abrió un cráter grande de forma oval hacia el
oeste del cono, iniciando una nueva época de actividad.
En el cráter que
se abrió, empezó a crecer poco a poco un nuevo cono,
cubriendo el antiguo. El cono Mackenney, fue nombrado en honor al
volcanólogo Dr. Alfredo Mackenney que ha estudiado el volcán desde antes
de 1961.
El volcán ha seguido con actividad continua y erupciones
frecuentes, ganándose
la distinción de ser uno de los volcanes más activos de todo Centro
América y el mundo.
Desde 1961 hasta mayo de 2010 se registraron un total de 22 erupciones mayores y otras muchas más, de
menor intensidad.
A fecha de hoy, el volcán se encuentra activo y es monitoreado constantemente por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología.
A fecha de hoy, el volcán se encuentra activo y es monitoreado constantemente por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología.
Después de la erupción del Volcán de Pacaya los días 9, 10 y 11 de enero
de 2014, aún se mantiene la actividad efusiva desde el cráter
lateral de la Falda Sur, la
cual se extiende a 3.6 kilómetros.
Según la evaluación hecha en el Cráter Mackenney, el cono intercratérico fue
destruido completamente, quedando un cráter profundo donde únicamente
se observa actividad fumarólica.
Las
erupciones efusivas, se caracterizan por la emisión de volúmenes más o
menos importantes de lava fluida que se emite a temperatura elevada.
En
estas erupciones la separación del gas del resto de líquido magmático no
lleva aparejada manifestaciones explosivas de importancia.
Las
erupciones efusivas se caracterizan por la presencia de fuentes de lava
que pueden alcanzar alturas de centenares de metros.
Algunas recomendaciones para realizar el ascenso:
Llevar ropa apropiada
para el ascenso, se recomienda zapatos cerrados, pantalón de lona, gorra o sombrero, chaqueta o suéter para el frio.
Respetad las instrucciones del guía y los senderos autorizados; no caminéis por áreas peligrosas, la lava enfriada corta como cristal.
Permaneced
cerca del grupo procurando no apartarse demasiado.
Por seguridad, deberemos ir acompañados siempre del guía local.
Si realizamos la ascensión por la tarde llevaos una linterna de mano.
Si el ascenso es de día, llevad crema
solar y lo indispensable para protegeros.
Si el ascenso es en invierno, llevad ropa impermeable en la mochila
Si el ascenso es a caballo, mantened a una distancia considerable del grupo para evitar accidentes.
Para hacerse una idea, es como caminar por la arena de la playa, te hundes a cada paso.
Voy a contaros algunas de las curiosidades que podremos encontrarnos al viajar en transporte público desde La Antigua.
Si viajamos en autobús -camioneta- notaremos algo realmente interesante que sorprenderá al viajero europeo y es la organización, por así decirlo, de los espacios.
A saber: los asientos son comunitarios. Si, si, habéis leído bien. ¿Qué quiero decir? Pues que se comparten.
Acostumbran a ser familiares. Si no está lleno, ningún problema, cada viajero tiene su asiento.
Pero en el caso de ir lleno, la cosa cambia. Los que viajan en familia cargan con los niños en el regazo, incluso los mayores, o con la esposa si es el caso.
Son asientos normales, como en todos los autobuses, pero la particularidad reside en que los asientos de pasillo se comparten con una tercera persona.
Si en el otro lado también están sentados tres entonces la imagen no deja de ser curiosa.
Y por último, antes de las salidas y en las principales paradas, las camionetas permanecen unos minutos esperando.
En ese espacio de tiempo suben vendedores ambulantes que te ofrecen de todo, desde agua embotellada en bolsitas individuales,a baratijas, dulces, prensa...
Esta curiosidad solo se produce en las camionetas que realizan recorridos fuera de Ciudad de Guatemala, en la capital el funcionamiento es como en cualquier ciudad.
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